Las persianas son accesorios fantásticos para preservar la intimidad de tu casa y al mismo tiempo, complementar su decoración. Aunque pueden averiarse en el momento menos esperado, por lo general la tarea de repararlas no suele ser complicada e incluso la puedes realizar con tus propias manos.
A continuación te explicaremos como arreglar los desperfectos más comunes de una persiana doméstica:
Todo lo que necesitas para arreglar la cuerda de una persiana, es un destornillador y una cinta nueva.
Baja la persiana completamente.
Remueve la tapa del cajón, suelta los tirantes y desatornilla su eje para desmontarlo.
Extrae la cinta separándola de la polea; tal vez tengas que desanudarla.
En caso de que el recogedor se encuentre insertado en la pared, desmóntalo.
Coloca la cuerda nueva a través de la ranura y engánchala a la polea de la misma manera que la anterior.
Vuelve a colocar el eje y los tirantes, verificando que giren adecuadamente.
Ahora, fija el otro extremo de la cuerda al recogedor y móntalo en la pared.
Termina cerrando el cajón.
Una persiana puede descolgarse a causa de una avería en los tirantes o en la cuerda. Si el problema es la cuerda, sigue los pasos anteriores para restituirla. Si necesitas cambiar los tirantes, este es el procedimiento correcto:
Desmonta el cajón usando un destornillador para retirar la tapa frontal.
Baja la persiana y verifica la pieza averiada.
Reemplaza los componentes dañados. Es muy fácil, puesto que están diseñados para encajar en una posición específica, no hay manera de equivocarse.
Finalmente, enrolla la persiana en el cajón lento y con cuidado.
Cuando una persiana no quiere subir, suele deberse a que la cuerda se encuentra en mal estado. En este caso, lo único que debes hacer es cambiarla siguiendo los pasos de la primera sección.
Si el problema persiste, verifica el mecanismo del recogedor. Es posible que se haya roto o desgastado, y tengas que instalar uno nuevo.
¿Acabas de notar que una de las lamas de tu persiana se ha roto? Quítala, tomándola por el lateral y tirando de ella para desprenderla de la cortina. Enseguida, coloca una lama nueva hecha del mismo material y con las mismas medidas, en el sitio en donde estaba la anterior.
Sigue los pasos de la primera sección, cambiando la cuerda de tu persiana, y está volverá a subir y a bajar como de costumbre.
A diferencia de las persianas convencionales, las de tipo eléctrico cuentan con un motor que se encarga de enrollarlas automáticamente. El primer paso es apagarlo antes de tocar cualquier otro componente.
Comprueba que todos los tornillos superiores estén ajustados y si encuentras alguno flojo, apriétalo con el destornillador.
Si el problema reside en el motor, desprograma el mando a distancia y reconfigura los finales de carrera, para que la persiana no encaje completamente. Esto te será útil para identificar cables flojos.
En caso de que ninguno de estos remedios te sea útil, lo mejor será recurrir a un técnico.
Muchas de las averías que puede sufrir este tipo de persiana, se resuelven cambiando la cinta como ya se ha explicado en secciones anteriores. Otros inconvenientes, podrían necesitar el reemplazo de una o más piezas que se hayan dañado a causa del uso o algún accidente.
Entre los desperfectos más comunes que conviene analizar se encuentran:
.- Atasco de persiana
.- Rotura de lamas
.- Rotura del motor
.- Desprendimiento de la cinta del recogedor
.- Tambor de la persiana afectado por el frío
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